Recientemente, la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a Santander a devolver 300.000 euros a un cliente al que no informó de manera adecuada de los riesgos que implicaba la contratación de un producto estructurado denominado ‘tridente’.
Según la sentencia, contra la que cabe recurso, el demandante obtuvo 900.000 euros por la venta de un inmueble y decidió ingresarlos en Banco Santander. La entidad le aconsejó invertir parte de este patrimonio, un consejo que el cliente aceptó y por el que contrató un producto financiero denominado ‘tridente’ por importe de 300.000 euros.
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